La máscara es un elemento que tiene origen en las civilizaciones primitivas, con fines de rituales, cuando se utilizaba para ocultar la verdadera personalidad del celebrante y representar de forma perfecta y no humana el rostro del ser divino.
Las máscaras son mucho más que simples accesorios. Son símbolos cargados de significado.
Pueden representar tradiciones ancestrales, historias mitológicas, o
incluso desempeñar un papel en celebraciones y rituales importantes.
Cuando miramos una máscara, estamos viendo una ventana a la identidad y
la cosmovisión de una cultura en particular.
La máscara es una escultura dramática que sólo adquiere significado en el rostro del actor; con ella también hay que hacer del cuerpo una escultura, se debe aprender a llevarlo de un momento estático al siguiente para que el personaje con máscara transmita en cada punto de inmovilidad un mensaje, una emoción única.
Los estilos tratados, pueden estar más cerca del arte cubista como las máscaras de los dogones, bambara y bobo, o cerca del naturalismo, donde la figura representada es una representación de la realidad. Aunque lo habitual es una amalgama de elementos estilísticos, extraídos de lo abstracto, expresionismo, surrealismo, que tiende, a través de este objeto sagrado, a expresar una idea o dar un mensaje.
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