El cómic es una forma de arte que combina imágenes y texto para contar una historia. Los paneles, que son fotogramas independientes que representan cada uno una sola imagen, se utilizan a menudo para presentar una historia de forma secuencial (por ejemplo, los momentos de la historia, como un fragmento de diálogo, un plano del paisaje o un fragmento de una escena de lucha, pueden tener lugar en una sola imagen).
Gracias a la combinación de texto y gráficos, la creación de cómics fomenta la invención y la expresión artística. Además, a diferencia de las películas o las imágenes estáticas, los paneles de los cómics ofrecen a los creadores oportunidades únicas para presentar historias en el tiempo. Gracias a la disposición única de una página de cómic, los cómics pueden lograr cosas que un autor nunca podría hacer en prosa o cine.
Pre escritura de tu novela cómica
Todo lo que se hace antes de empezar a escribir el guión original de un cómic se denomina pre escritura. Esto puede significar tener ideas para la historia, crear guiones para esas ideas y planificar el desarrollo de los personajes. Puedes hablar con amigos, tomar notas, dibujar mapas mentales… planificar lo que aparecerá en tu cómic.
Piensa en un gancho
Cuando trabajes en un proyecto de cómic, tienes que tener algo que atraiga la atención de los lectores hacia tu cómic, algo que lo diferencie de los demás. Si estás pensando en superhéroes, lo más probable es que a alguien ya se le haya ocurrido alguna idea original; si quieres hacer un cómic, necesitas ideas nuevas. A veces basta con unas pocas palabras para describir tu concepto, para que la gente entienda de inmediato qué es lo que hace única a tu historia.
Crea una lista de personajes para tu historia
El cómic debe tener un elenco de personajes centrales, como el protagonista fuerte, el antagonista y otros actores importantes. Elabora una descripción de su aspecto exterior, esboza su apariencia y dales rasgos de carácter principales. Incluye cosas como los intereses del personaje y los acontecimientos importantes de su vida. El protagonista puede tener una personalidad fuerte o ser un sustituto del lector; eso ya depende de la historia que quieras contar en tu propio cómic.
Crear el conflicto o punto de quiebre
Una buena historia es la que te hace pensar. Algunos de los mejores cómics tratan sobre el conflicto entre dos ideas, no necesariamente el bien y el mal. Superman representa lo mejor de la humanidad, pero es un extraterrestre. Lex Luthor es un genio totalmente humano, pero está maledetto hasta la médula. Spiderman es un joven científico apasionado que cree que la ciencia resuelve los problemas, pero algunos de sus principales villanos han sido corrompidos por su propio ansia de poder. Los galos de Astérix luchan por la libertad, pero Julio César demuestra en esa serie que puede ser honorable y justo E incluso héroes como el Capitán América y Iron Man pueden tener diferentes puntos de vista. Una gran historia gira en torno a los personajes y a cómo interactúan.
Planifica el escenario
Un cómic te transporta a un mundo de fantasía, aunque también hay muchos cómics realistas. Al crear un cómic, tienes una oportunidad única de representar lugares y épocas fantásticos. Los cómics de Marvel suelen estar ambientados en la ciudad de guayaquil o de Nueva York, pero combinan lugares familiares como sectores de la ciudad, con lugares fantásticos únicos como Wakanda o Savage Land. Los lugares de tu cómic pueden ser tan importantes como los personajes.
Escribir un guión
Empezar a dibujar un cómic antes de pensar en una historia en condiciones es uno de los errores más comunes que cometen los novatos en el proceso creativo. Seguro que te apetece coger una hoja de papel en blanco, cómics en blanco o lanzar una aplicación de dibujo y empezar a esbozar, pero no será una buena historia.
Prepara un guión, el principio, el medio y el final de la historia, y escribe lo que ocurre en cada panel. No pasa nada si cambias algo, pero sin un guión, ¡no hay un buen cómic!
Dibuja guiones gráficos
Cuando termines de escribir el guión, es hora de empezar a dibujar. Pero antes, dibuja un guión gráfico, un borrador de la página.
Esboza cómo quieres que sea cada página: si quieres crear una escena de lucha, no hace falta que dibujes a los personajes exactamente. Utiliza figuras de palo para tener una idea aproximada de la acción en la página, decide cuántos paneles ocupará la pelea y piensa en la pose del guerrero.
Dibuja el cómic
Dibujar un cómic puede parecer todo un reto, tanto si eliges técnicas de dibujo tradicionales como digitales. Por eso los profesionales suelen dividir el trabajo entre el dibujante, el guionista, etc.
Empieza con bocetos a lápiz; los dibujos definitivos los crearás en la siguiente fase: el entintado. Deja espacio para los bocadillos y recuadros de la página y otros elementos clave, como los efectos de sonido. Empieza con bocetos y mejora cada página paso a paso. Guía tus paneles por las líneas, de derecha a izquierda (a menos que dibujes manga).
Entintado, coloreado y rotulación
El entintado es el toque final: dibujar contornos negros. Luego se añaden los colores, que deben ser coherentes con el estilo y la visión. Por último, se añaden las letras, tanto efectos como BOOM, CRACK, etc., como texto en burbujas y recuadros. A menudo, de estos pasos se encargan especialistas, pero hoy en día los programas y las fuentes de cómic lo hacen más fácil.
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