El
ensayo es un género literario que consiste en la exposición subjetiva, escrita
en prosa, sobre un tema específico sobre el que se aplica la perspectiva
personal, ya sea del campo humanístico, científico, político, cultural, social,
filosófico, artístico, entre otros.
El
ensayo no guarda ningún requisito formal, sino que es de estilo libre del
autor, ya que se trata de reflexiones y argumentaciones enfocadas en la
expresión de su opinión.
Al
igual que la poesía, el drama y la narrativa, el ensayo forma parte del género
literario y dentro de él, de la didáctica. El ensayo es una explicación e
interpretación abierta sobre cierto tema, y su propósito no es informativo,
como lo es un informe. Lo que pretende es persuadir y convencer con su
argumentación reflexiva sin agotar el tema, influyendo en la forma de pensar
del lector, de lo que deviene su carácter subjetivo y flexible.
Un
ensayo no tiene carácter informativo. En contraste, un informe tiene como
objetivo comunicar información a una o varias personas con un fin específico.
Si
bien a diferencia de otros textos el ensayo no posee una estructura rígida ni
una organización rigurosa del contenido, puesto que su estilo es libre, su
redacción puede denotar características científicas y simultáneamente,
literarias. Por ello afirmamos que existen dos tipos de ensayos: el científico
y el literario, aunque algunos mencionan también el ensayo argumentativo y
expositivo.
Las
partes del ensayo son las mismas partes clásicas de todo texto, sin embargo, su
redacción no posee una estructura formal y definida, ya que la característica
principal de este tipo de escritura es la libertad que tiene el escritor para
organizar su contenido.
El
contenido de su estructura depende del tipo de ensayo que estemos redactando,
sin embargo, ella se mantendrá siempre claramente definida.
Introducción
En
la introducción el autor presenta el tema a desarrollar, ya que es la primera
parte del escrito. El ensayista da a conocer su opinión de antemano, tesis que
intentará demostrar más adelante dándole solidez en el cuerpo del ensayo.
En
el caso del ensayo científico, la introducción es la exposición de una teoría o
hipótesis que ofrece la solución de un problema, y que se defenderá a través
del desarrollo del ensayo, aportando la mayor cantidad de respaldo documental o
pruebas argumentativas posibles.
En
el ensayo argumentativo se expone una tesis en la introducción, y se trata de
defender esa idea a lo largo del desarrollo del ensayo con opiniones
subjetivas, que no tienen por qué ser científicas como en el anterior.
En el ensayo literario la
introducción tiene por finalidad poner al lector en conocimiento de los
antecedentes de la obra a analizar, situándolo en los aspectos que al ensayista
le interesan.
Desarrollo
Es
la parte más larga del trabajo, llamada también cuerpo, donde el ensayista
argumenta la exposición con información, datos, comparaciones, ejemplos y otros
recursos, dejando siempre de manifiesto su opinión subjetiva y estilo personal.
El
desarrollo es la parte más importante del ensayo, en la que se relata el
contenido que se quiere hacer conocer al lector.
En
el ensayo científico se expondrán las pruebas a las que será sometida la tesis
que se propone, las comparaciones con distintas teorías, la bibliografía
utilizada y todo otro tipo de elementos que refuten o prueben la teoría
afirmada en la hipótesis.
En
el ensayo argumentativo defiende la tesis basado en la propia opinión u otras
afines que tengan validez para fortalecer la propia y desmontar las opiniones
contrarias. Al utilizar las ideas de otras personas es necesario dejar en claro
su autoría y la fuente de la cual se ha extraído dicha referencia.
En
el ensayo literario deben incorporarse citas textuales de la obra que se
analiza entre comillas, y preferentemente en cursiva si se utiliza un
ordenador. Se deben seccionar las partes a analizar, y situarlas en contexto
con breves referencias, ya que es de suponer que el lector conoce la obra que
analiza el ensayista. En forma ordenada se comentan los puntos a tratar,
previamente diseccionados, utilizando un lenguaje más académico y formal que en
otros tipos de ensayos.
Conclusión
En
la conclusión, que es la última parte del ensayo, el autor resume las ideas
principales, reafirmando de manera clara su posición. La conclusión debe ser
breve, al igual que la introducción, en relación a la extensión total de la
exposición.
Si
el ensayo es de una página, alcanzarán tres o cuatro líneas para la conclusión,
pero podrían serán necesarias tres páginas si el ensayo tiene una extensión de
veinte páginas.
Por
ejemplo, si el ensayo se expresa en contra del aborto, la conclusión deberá
exponer en forma breve y rápida, un claro repaso de los argumentos en contra de
dicha práctica.
En
un ensayo científico, la conclusión refuta o reafirma en forma definitiva las
teorías o hipótesis.
En
la redacción de un ensayo argumentativo se resumirán las ideas principales que
se pretende que permanezcan en la mente del lector.
Y
en el ensayo literario, la conclusión contendrá las proposiciones finales del
análisis de la obra literaria.
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